El secretario Jesús Juárez confirmó que el gasto por persona privada de la libertad ronda los $600 al día en San Luis Potosí (por encima del promedio nacional) y defendió enfocarlo en reinserción para reducir la reincidencia.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del estado, Jesús Juárez Hernández, reconoció que mantener a una persona privada de la libertad cuesta alrededor de $600 diarios en los centros de reinserción de San Luis Potosí. “Es la cifra aproximada que tenemos con base en un estudio de la Dirección General de Prevención; puede variar”, dijo. El funcionario subrayó que el desafío no es solo presupuestal, sino social: el objetivo oficial es que primodelincuentes o personas con voluntad de reintegrarse “puedan convertirse en parte productiva de nuestra sociedad”.
El dato local se coloca ligeramente por encima de la media del país. De acuerdo con el Censo Nacional del Sistema Penitenciario 2023, México gasta $209,561 anuales por interno (unos $574 diarios). Las diferencias entre entidades son marcadas: Zacatecas reporta costos en el orden de $200 diarios, mientras que en penales federales privados(operados vía contratos de asociación) el gasto puede rebasar los $6,000 diarios por persona, según reportes de instancias fiscalizadoras y publicaciones especializadas.
Síguenos en redes sociales y mantente siempre informado:
Juárez Hernández insistió en que el gasto debe entenderse como inversión en reinserción (educación, capacitación, salud y atención psicosocial) para bajar la reincidencia. Especialistas consultados apuntan que los costos varían por infraestructura, población penitenciaria, servicios médicos, niveles de seguridad y el alcance de los programas de formación laboral y educativa. En ese contexto, San Luis Potosí se ubica en una posición intermedia: más caro que prisiones estatales con presupuestos mínimos, pero muy por debajo del sistema federal privado.
El reto de fondo, coinciden voces académicas y civiles, es asegurar que cada peso invertido mejore condiciones, garantice derechos y reduzca la reincidencia (con evaluación de resultados y seguimiento puntual). Si los programas de reinserción funcionan, el costo diario puede traducirse en menos delitos a futuro y en un retorno social medible para el estado.