Entre las víctimas, 80 eran menores de edad; organizaciones humanitarias y líderes religiosos califican la crisis como “moralmente inaceptable” y exigen acciones urgentes.
La crisis humanitaria en la Franja de Gaza alcanzó un nuevo umbral esta semana, luego de que el Ministerio de Sanidad de Hamás reportara que al menos 101 personas han muerto por desnutrición severa desde el inicio de la guerra, incluyendo 80 niños. Tan solo entre el lunes y martes pasados, se registraron 15 nuevas muertes relacionadas con el hambre, cuatro de ellas menores de edad.
La situación ha sido descrita por líderes cristianos en Tierra Santa como una “catástrofe moral”. Tras una visita extraordinaria a Ciudad de Gaza, el patriarca latino Pierbattista Pizzaballa y el patriarca ortodoxo Teófilo IIIcondenaron el “silencio internacional” ante lo que han calificado como una tragedia humanitaria sin precedentes.
“Hombres resistiendo al sol durante horas por una simple comida. Eso es una humillación difícil de soportar cuando la ves con tus propios ojos”, denunció el cardenal Pizzaballa desde Jerusalén.
Cifras alarmantes y bloqueo humanitario
Desde el 7 de octubre de 2023, más de 59 mil personas han muerto en Gaza según datos hospitalarios, en su mayoría civiles. Además, 1,054 palestinos han perdido la vida cerca de centros de reparto de alimentos, muchos de ellos habilitados por Israel y Estados Unidos al margen de Naciones Unidas. De estas muertes, 766 ocurrieron tras el 27 de mayo, cuando inició un sistema de distribución paralelo al de la ONU.
Organizaciones como la OMS y la UNRWA han denunciado que sus trabajadores también sufren hambre y ataques directos, incluso en instalaciones humanitarias. Esta semana, tropas israelíes irrumpieron en una sede de la OMS en Deir al Balah, obligaron a mujeres y niños a evacuar bajo fuego cruzado y detuvieron a personal médico, según denunció el director general de la organización, Tedros Adhanom.
Silencio político e impunidad
A pesar de las denuncias, la comunidad internacional ha evitado imponer sanciones a Israel. La Unión Europea firmó el pasado 10 de julio un acuerdo humanitario con el gobierno de Benjamín Netanyahu, sin cifras ni mecanismos de verificación. Médicos Sin Fronteras y Amnistía Internacional han calificado ese entendimiento como “una fachada” para eludir la responsabilidad por posibles crímenes de guerra.
“Los líderes de la UE fracasan al abordar el asedio impuesto por Israel y carecen de la valentía para detener la matanza”, declaró Médicos Sin Fronteras.
La vida bajo sitio
Testimonios desde la Franja describen una realidad diaria de caos, muerte y desesperación. Familias que han perdido todo viven entre ruinas y tiendas improvisadas. Niños con cuerpos consumidos por la desnutrición aún juegan en medio de los escombros. Profesionales como médicos, periodistas y trabajadores humanitarios se desmayan durante sus labores por falta de alimento.
En el mercado negro, un kilo de tomates puede alcanzar los 100 dólares, alertaron los líderes religiosos. La ONU ha reiterado que la ayuda que logra ingresar es insuficiente y que la población gazatí se encuentra al borde de la hambruna generalizada.
Llamado urgente
Los patriarcas cristianos han solicitado una intervención internacional inmediata y un alto al fuego que permita restaurar condiciones mínimas de dignidad humana. Pizzaballa también hizo un llamado directo al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para que sea “más proactivo” y permita abrir corredores humanitarios reales.
“No abandonaremos a nuestras comunidades. Nuestros hospitales, escuelas y parroquias están abiertos para todos: cristianos, musulmanes o no creyentes”, subrayó el cardenal italiano.
Mientras tanto, la cifra de muertos sigue en aumento y la esperanza de una tregua parece aún lejana. La crisis en Gaza se consolida como una de las más graves del siglo XXI, mientras el mundo, según denuncian organismos y líderes religiosos, “permanece mudo”.