Comerciantes con años en la vía pública (afiliados al Movimiento Antorchista) acusan hostigamiento y señalan que “recién llegados” saturan y desordenan la zona. Solicitan audiencia con el alcalde Enrique Galindo.
Comerciantes de vía pública con antigüedad en calles del Centro Histórico pidieron trato justo por parte de los inspectores de la Dirección de Comercio capitalina. Aseguran que son los primeros en acatar medidas (respeto de espacios y horarios, retiro de estructuras y limpieza al término de la jornada) porque dependen de esa actividad para sostener a sus familias.
En contraste, señalaron a vendedores recién incorporados como responsables del deterioro de la imagen urbana y de la saturación en diversas zonas del centro, pues “no respetan ubicaciones, giros ni horarios” ni dejan aseados los lugares. Advirtieron que, pese a su historial de cumplimiento, inspectores municipales han intensificado revisiones y apercibimientos que perciben como hostigamiento (lo que, temen, intenta desplazarlos de sus puntos habituales).
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Los comerciantes reconocieron su adscripción al Movimiento Antorchista y reiteraron su disposición a ordenar la actividad bajo reglas claras. Plantearon depurar el padrón, verificar giros y horarios, exigir evidencias de limpiezaal cerrar y aplicar medidas proporcionales a quien incumpla, para evitar que el desorden recaiga en quienes llevan décadas operando con permisos y condicionantes vigentes.
Frente al crecimiento de puestos nuevos (que atribuyen a autorizaciones o tolerancias recientes), solicitaron audiencia con el alcalde Enrique Galindo Ceballos para exponer el repunte del comercio callejero en el Centro Histórico y acordar un esquema de supervisión que no criminalice al vendedor cumplido ni tolere prácticas que vulneren la movilidad peatonal y la convivencia con el comercio establecido.