La violencia ha incrementado debido a un grupo denominado La Barredora, que ha relegado al cártel de Sinaloa a una presencia menor.

En los últimos meses antes del cambio de gobierno estatal, la violencia se ha recrudecido en Tabasco, donde opera el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) a través del grupo denominado La Barredora, que ha relegado al cártel de Sinaloa a una presencia menor.
De acuerdo con informes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), los focos rojos de la entidad se ubican en los municipios de Huimanguillo, Cárdenas, Cunduacán, Centro, Paraíso y Comalcalco, donde se ubican las principales rutas del robo de hidrocarburo, el trasiego y distribución de droga, así como el tráfico de migrantes por las organizaciones delictivas.
En enero de este año, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del estado, Hernán Bermúdez Requena, renunció a su cargo, debido a los sucesos de violencia que se empezaron a registrar desde fines de 2023.
La Sedena identifica a Euler “N”, El Comandante Rayo, como líder del cártel de Jalisco Nueva Generación en Tabasco, quien en marzo de 2023 se fugó del Centro de Reclusión de Las Palmas en Cárdenas, junto con otros tres reos.
En aquella ocasión, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de la entidad (SSPC) informó que los internos se fugaron a bordo de una patrulla, “con ayuda de funcionarios del penal”.
La Sedena también tiene en la mira a Felipe Mollinedo Montiel, El Águila, quien sería el jefe de plaza en Huimanguillo, y a Eleazar “N”, El Comandante Chelo, quien tiene presencia en Playas del Rosario.
El documento menciona que se desconoce el paradero de Roger “N”, El Profe, identificado como jefe de plaza en Macuspana, Tacotalpa, Jalapa y Teapa, de quien se sabe fue privado de la libertad hace dos años por un comando armado.
Por su parte, el cártel de Sinaloa ha sido detectado en algunos poblados de los municipios de Jonutla, Emiliano Zapata y Tenosique, bajo el mando de Fernando “N”, El Pequeñín y Francisco “N”, El Patrón.