Cerca de una tercera parte de los comercios registrados en la capital potosina operan sin regularizarse, admitió el alcalde Enrique Galindo Ceballos, quien detalló que de los más de 30 mil negocios contabilizados por el Ayuntamiento, al menos 10 mil no cuentan con licencia de funcionamiento ni documentación básica.
“Estaremos hablando entre 8 y 10 mil comercios que no están regulados. Muchas tiendas de abarrotes abren y luego se dan cuenta de que hay que hacer un trámite”, justificó el edil. Sin embargo, reconoció que incluso negocios de cadenas internacionales operan sin un solo documento en regla.
A pesar de que el municipio ha iniciado una campaña para invitar a los comerciantes a regularizarse, lo cierto es que este rezago no es nuevo y refleja una falla estructural que no ha sido atendida con eficacia, a pesar de que Galindo Ceballos ya va en su segundo trienio al frente del gobierno capitalino.
Especialistas en administración pública han señalado que la falta de regularización comercial no solo implica una pérdida de ingresos para el municipio, sino que debilita la gobernabilidad urbana, al permitir que miles de establecimientos operen fuera del marco normativo.
En el caso de los centros nocturnos, el alcalde afirmó que se encuentran en proceso de revisión para verificar el cumplimiento del horario, volumen permitido, así como la prohibición de ingreso a menores y portación de armas. Aunque ya ha habido reuniones con líderes del sector, la posible reubicación de antros sigue sin consolidarse.
Con este contexto, las acciones recientes parecen más reactivas que preventivas, en un tema que debió atenderse desde su primer periodo como presidente municipal. La campaña de regularización llega tarde y deja en evidencia un rezago institucional que afecta al orden urbano, la seguridad y la recaudación local.