La Administración de Donald Trump y China validaron un acuerdo que incluye la aceleración de los envíos de tierras raras a Estados Unidos, a cambio de no escalar las tarifas comerciales.
El Mandatario estadounidense, Donald Trump, anunció ayer en un evento que Washington que acababa «de firmar» un acuerdo comercial con China, sin proporcionar más detalles.
Este viernes, China confirmó los pormenores del pacto y dijo que Estados Unidos eliminará una serie de «medidas restrictivas» mientras Pekín «revisará y aprobará» los artículos sometidos a controles de exportación.
Ayer, un funcionario de la Casa Blanca confirmó que ambas partes ratificaron el pacto alcanzado durante negociaciones previas.
«Es de esperar que Estados Unidos y China se encuentren a mitad de camino», declaró un portavoz del Ministerio de Comercio de Pekín en un comunicado. Ambas partes «confirmaron los detalles del marco», añadió.
Según el acuerdo, China «revisará y aprobará las solicitudes de control de las exportaciones que cumplan los requisitos de acuerdo con la ley».
«La parte estadounidense cancelará en consecuencia una serie de medidas restrictivas contra China», subrayó el Ministerio de Comercio del gigante asiático.
Una de las principales prioridades de Washington en las conversaciones con Pekín fue garantizar el suministro de tierras raras, metales clave para fabricar baterías eléctricas, turbinas eólicas y sistemas de defensa.
China, que controla la mayor parte de la extracción mundial de tierras raras, empezó a exigir licencias de exportación a principios de abril.
La medida fue interpretada como una respuesta a los aranceles impuestos por Trump.
Al ser cuestionado sobre la breve declaración de Trump, el Secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, se refirió en Bloomberg TV a conversaciones que tuvieron lugar en Londres, y destacó que el acuerdo marco, que requería de una aprobación al más alto nivel, ya estaba «firmado y sellado».
A mediados de junio, Washington y Beijing acordaron en la capital británica un «marco general» para resolver sus disputas comerciales, dejando en manos de sus respectivos Presidentes su validación.
Estas negociaciones continuaron los diálogos iniciales celebrados en mayo en Ginebra, los cuales condujeron a un acuerdo temporal para reducir los aranceles aduaneros que ambos Gobiernos se impusieron.
¿Extensión del plazo para aranceles?
Ayer, la Casa Blanca también indicó que Washington podría aplazar la fecha límite de julio para la entrada en vigor de aranceles más elevados a las importaciones de decenas de países.
Trump impuso este año un arancel del 10 por ciento a la mayoría de sus socios comerciales. Pero también anunció tarifas más altas a decenas de economías mientras se llegaba a un acuerdo, aunque suspendió finalmente esta decisión. El plazo vence el 9 de julio.
«Quizás se pueda extender, pero esa es una decisión que le corresponde al presidente», declaró la portavoz Karoline Leavitt a periodistas cuando le preguntaron si está previsto prolongar la moratoria en los aranceles más altos anunciada en abril.
«El Presidente puede sencillamente ofrecer a estos países un acuerdo si rechazan proponer uno antes de la fecha límite», añadió Leavitt.
Esto significa que Trump puede «elegir una tasa arancelaria recíproca que considere ventajosa para Estados Unidos», precisó.
La mayoría de las bolsas de Asia y Europa subieron el viernes ante la esperanza de un aplazamiento.
Con información de AP y AFP