Después del incidente ocurrido en la Catedral Metropolitana de San Luis Potosí, donde la imagen de San Pablo, con casi 200 años de antigüedad, resultó dañada, el antropólogo Hugo Coto Nieto, Delegado estatal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), resaltó la importancia histórica, cultural y religiosa de la escultura policromada virreinal.
Explicó que con la caída se provocaron daños considerables, fracturando ambos brazos de madera de la escultura, uno de los cuales se partió en tres partes y el otro se desprendió desde el hombro.
Tras una evaluación inicial de los daños, se procedió a una valoración más profunda que guiará el proceso de restauración. A pesar de que los brazos sufrieron pérdidas del 100%, todas las piezas dañadas fueron recuperadas y ahora se encuentran resguardadas bajo condiciones especiales debido a su valor y fragilidad.
Además de los brazos, la imagen también presenta fracturas en la espalda, lo que requerirá un proceso de restauración meticuloso para preservar su esencia original y evitar futuros daños.
Coto Nieto enfatizó la necesidad de la intervención de un especialista para llevar a cabo la restauración, la cual será financiada a través del seguro institucional del INAH destinado a proteger el arte sacro virreinal en templos como la Catedral Metropolitana.
Se mencionó la obligatoriedad de obtener una licencia del INAH antes de iniciar cualquier trabajo de restauración, presentando un proyecto detallado que describa los procedimientos a realizar, como limpieza, consolidación, reintegración estructural y restauración cromática, entre otros.
El proceso de validación del proyecto podría tomar hasta un mes antes de que se inicie la restauración propiamente dicha. Aunque se utilizarán injertos para reparar las partes faltantes, se asegura que estos serán mínimos y no alterarán la integridad original de la escultura.