Mientras persisten los señalamientos del sector empresarial sobre el impacto negativo de la ciclovía en la avenida Venustiano Carranza, un reciente estudio realizado por la iniciativa nacional Estrategia Misión Cero la posiciona como el tercer crucero con mayor uso ciclista en toda la zona metropolitana de San Luis Potosí.
El análisis fue realizado en conjunto con los colectivos Derechos Urbanos, Reacciona por la Vida y Pedaleando SLP, a través de un conteo ciudadano en el que más de 60 personas voluntarias participaron durante dos días, observando y registrando los viajes en bicicleta en siete cruceros estratégicos de la ciudad.
Más de 1,500 viajes ciclistas en un solo crucero
El resultado fue contundente: se contabilizaron 9,099 viajes ciclistas, lo que representa un promedio de 4,550 traslados diarios. De ese total, el 17% ocurrió exclusivamente en el cruce de Avenida Venustiano Carranza con Avenida Reforma, con 1,566 viajes registrados, consolidando a esta ciclovía como una de las más relevantes en la capital potosina.
Según el informe, la mayoría de estos desplazamientos corresponden a traslados cotidianos y bici oficio —es decir, personas que usan la bicicleta como medio de trabajo—, y sólo una fracción menor lo hace con fines recreativos o deportivos.
El problema no es la ciclovía, sino el reparto del espacio
Frente a la narrativa empresarial que insiste en la reubicación de la ciclovía por supuestos efectos negativos en las ventas, el colectivo Pedaleando SLP aclaró que el verdadero conflicto en Carranza no es entre ciclistas y comerciantes, sino una distribución desigual del espacio público.
“Hemos priorizado durante décadas al automóvil, mientras que el transporte público, los peatones y los ciclistas siguen relegados. La ciclovía no es el problema; lo es la visión excluyente del diseño urbano”, apuntaron los activistas.
También criticaron que el Gobierno Municipal haya intervenido recientemente una casona privada en la zona, mientras se ignora el deterioro y la falta de mantenimiento de la propia ciclovía, la cual no cumple con condiciones mínimas de seguridad para los usuarios.
“El rescate del entorno debe incluir a quienes lo habitan y lo recorren cotidianamente, no solo a las propiedades inmobiliarias”, añadieron.