El delito de extorsión afecta cada vez a más mexicanos.
En los últimos cuatro años de la Administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, ese delito, asociado al cobro de piso y pago de cuotas al crimen organizado, alcanzó una tasa de víctimas de 7.67 por cada 100 mil habitantes a nivel nacional.
La cifra representa un aumento del 50 por ciento, comparado con los últimos cuatro años de la gestión de Enrique Peña (2015-2018), que cerró con una tasa de 5.1, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Durante los últimos dos años, 2022 y 2023, se reportaron los picos más altos de víctimas de extorsión, con 8.36 y 8.48, respectivamente.
El Estado de México cerró el año pasado con la tasa más alta de 23.41, seguido de Colima con 17.42 y Guanajuato con 15.49.
Apenas en la primera semana de marzo, la Cámara Nacional de Autotransporte, Pasaje y Turismo del Valle de Toluca exhibió videos de extorsiones y cobro de derecho de piso en las inmediaciones de la Terminal de Autobuses.
En uno de los videos se ve a una mujer recibir dinero de un comerciante ambulante y en otro se ve a unos hombres agrediendo a un supuesto locatario.
En 14 estados se prendieron las alertas por el aumento de ese delito.
El caso más grave es Michoacán, con un incremento en la tasa de víctimas de 259 por ciento, al pasar de 1.37 a 4.92 entre 2022 y 2023.
En la región de Tierra Caliente de esa entidad, los limoneros son agobiados por el cobro de cuotas de «Los Viagras», del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y «Los Caballeros Templarios».
Los aguacateros de Tancítaro y Uruapan también son víctimas. Apenas el 8 de marzo pasado un empresario intentó entregar una carta a AMLO para urgir seguridad.
Reclamó que los criminales destruyeron sus huertas por negarse a pagar «piso».
En febrero, el Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, advirtió de una cadena de extorsiones a extranjeros que viajan en transportes de pasajeros de Nayarit a Sinaloa.
En Morelos, el delito aumentó 60 por ciento y la extorsión pegó principalmente a bares y comerciantes.
Quintana Roo registró un alza de 29.9 por ciento, al pasar de una tasa de 4.95 a 6.43 entre 2022 a 2023, principalmente a hoteleros, restaurantes y bares.