- Estudiantes desde nivel primaria hasta preparatoria, reportan malestares relacionado con las exigencias académicas
El sistema educativo en México enfrenta desafíos cada vez más complejos, y uno de los problemas emergentes que está afectando significativamente a los estudiantes y a unos días de iniciar el ciclo escolar, es la creciente incidencia de ansiedad y estrés escolar. Estos trastornos emocionales no solo impactan el bienestar de los alumnos, sino que también influyen en su rendimiento académico, su desarrollo social y su salud a largo plazo.
Los estudiantes de 15 años en México expresan niveles de ansiedad escolar por encima de la media de los países que integran a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
50% de los jóvenes de 15 años en México se ponen muy tensos cuando estudian y 79% está preocupado por sacar malas notas en clase, según la primera evaluación sobre el bienestar de los estudiantes del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA).
La ansiedad y el estrés escolar se manifiestan de diversas maneras, desde síntomas físicos como dolores de cabeza y estómago, hasta problemas más graves como trastornos del sueño, dificultades de concentración y crisis de pánico. En muchos casos, los estudiantes también experimentan una sensación de agobio constante, que se refleja en un bajo rendimiento académico, ausentismo escolar y, en casos extremos, abandono escolar.
En México, estas problemáticas han ido en aumento, con estudios recientes que muestran que una cantidad significativa de estudiantes, desde nivel primaria hasta preparatoria, reportan sentir altos niveles de estrés relacionado con las exigencias académicas, las presiones sociales y las expectativas familiares.
En un sondeo aplicado, María López (madre de un niño de primaria) señaló que desde el tercer día su hijo se ha quejado por las tareas: «Mi hijo ha estado más irritable desde que empezó el ciclo escolar. Se queja de que tiene mucha tarea y de que los exámenes le generan ansiedad.»
Ana Martínez (madre de una adolescente en secundaria) consideró que muchos jóvenes se quedaron acostumbrados a las clases virtuales y todavía les cuesta trabajo ir a la escuela y cumplir con lo que piden los maestros: «Mi hija está preocupada por las calificaciones y tiene miedo de no cumplir con las expectativas. A veces llora por las noches porque se siente abrumada.»
El Estrés Escolar en Niños: Un Fenómeno en Crecimiento en México
En un entorno cada vez más exigente, los estudiantes en México enfrentan una realidad que va más allá de las materias escolares: el estrés y la ansiedad. Estos problemas, antes considerados raros en niños, ahora son motivo de preocupación creciente entre padres, educadores y especialistas en salud mental.
Lucía Aguilar Orozco, de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), compartió en entrevista para “Ingrata Noticia” algunas perspectivas sobre este fenómeno y cómo está afectando a los menores en su transición por diferentes etapas educativas.
Uno de los mayores estresores para los estudiantes, según Aguilar Orozco, es la transición de una etapa educativa a otra, como pasar de primaria a secundaria o de secundaria a preparatoria. «El cambio asusta; es una crisis natural de la vida,» explica. Los niños se enfrentan a nuevas rutinas, maestros, y expectativas, lo que genera una sensación de incertidumbre y, en muchos casos, ansiedad.
Aguilar Orozco subraya la importancia de preparar a los niños con antelación para estos cambios. «Mucho de lo que sirve es estarles explicando a los niños con mucho tiempo qué va a pasar», dice, sugiriendo que incluso los hermanos mayores pueden jugar un papel fundamental al compartir sus experiencias y ayudar a los más pequeños a visualizar los aspectos positivos de las nuevas etapas.
Otro factor que contribuye al estrés escolar es el cambio de rutina que viene con el regreso a clases. Pasar de un horario relajado durante las vacaciones a la disciplina escolar puede ser difícil, especialmente si no se realiza una transición gradual por lo que recomienda a los padres ayudar a sus hijos a adaptarse, restableciendo hábitos como dormir temprano y preparar la mochila la noche anterior. «Si duermen mal, van a estar más irritables y van a percibir las cosas de manera más negativa,» advierte.
Además, explicó que los problemas de conducta, la dificultad para concentrarse y trastornos del aprendizaje, como la dislexia y el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), son algunas de las manifestaciones comunes del estrés y la ansiedad en los menores. Estos problemas a menudo se agravan cuando los niños atraviesan otros cambios importantes, como mudanzas o duelos familiares.
Aguilar Orozco resalta que, aunque el estrés es una parte inevitable de la vida, la forma en que los niños reaccionan a él depende de los apoyos que reciban. «Son eventos estresores grandes que pueden ocasionar que un niño la pase mal» explicó.
Finalmente, Aguilar Orozco hizo un llamado a los padres para que consideren la terapia como una opción válida y beneficiosa para sus hijos pues no solo ayuda a los niños a manejar sus emociones, sino que también fomenta un ambiente más saludable en el hogar.
Advierte IMSS San Luis Potosí sobre riesgos del estrés en población infantil
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis Potosí recomienda a la población incorporar en su vida diaria mejores hábitos alimenticios y realizar actividades que estimulen la salud mental y física para el manejo del estrés.
La coordinadora auxiliar del Segundo Nivel de Atención Médica, doctora María del Carmen López Sierra, señaló que, de no contar con herramientas para controlar el estrés, puede llegar a niveles cada vez más altos, lo que ocasiona un riesgo para la salud, incluso grave.
Explicó que el estrés es una respuesta fisiológica del organismo que puede impactar positiva o negativamente, según el tiempo de exposición del factor estresante, por lo que se clasifica en tres tipos: agudo, agudo episódico y crónico.
En caso de que la persona no conozca la manera en que puede controlar esos niveles, señaló, tiene riesgo de presentar síntomas físicos más severos, como ansiedad, dolor de cabeza, enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial, gastrointestinales, como la gastritis o colitis, depresión y migraña, entre otros.
En el mismo sentido La jefa de Pediatría del Hospital General de Zona (HGZ) No. 1, doctora Silvia Martínez Zavala, puntualizó que la salud mental es un bienestar emocional, psicológico y social que puede impactar en la forma de cómo pensamos, sentimos y comportamos; esto puede influir en las actividades cotidianas, como las relaciones sociales, rendimiento académico y salud física.
Expuso que los trastornos más frecuentes entre los niños incluyen ansiedad, trastorno del comportamiento, trastorno oposicionista desafiante o trastorno de conducta y depresión.
Factores que Contribuyen al Estrés y Ansiedad Escolar
Varios factores contribuyen a la ansiedad y el estrés en el entorno escolar en México:
- Altas Expectativas Académicas: El sistema educativo en México a menudo pone un fuerte énfasis en las calificaciones y el rendimiento académico, lo que genera una presión constante sobre los estudiantes. Exámenes estandarizados, tareas excesivas y la competencia por lugares en universidades de prestigio son algunas de las fuentes de estrés más comunes.
- Acoso Escolar (Bullying): El bullying sigue siendo un problema prevalente en las escuelas mexicanas, y es una de las principales causas de ansiedad en los estudiantes. La constante intimidación, ya sea física, verbal o cibernética, puede llevar a los estudiantes a sentirse inseguros y ansiosos, afectando su capacidad para concentrarse y aprender.
- Falta de Apoyo Psicológico: Aunque la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha implementado programas de apoyo psicológico en algunas escuelas, la realidad es que muchos estudiantes no tienen acceso a los recursos necesarios para manejar el estrés y la ansiedad. Esto se agrava en áreas rurales y comunidades marginadas, donde los servicios de salud mental son escasos o inexistentes.
- Entorno Familiar: Las presiones familiares, como la expectativa de ser el primer miembro de la familia en asistir a la universidad o la necesidad de equilibrar estudios con responsabilidades domésticas o trabajo, también pueden generar niveles significativos de estrés en los estudiantes.
- Transición Postpandemia: La pandemia de COVID-19 exacerbó estos problemas, alterando las rutinas y causando un desfase en el aprendizaje. El regreso a clases presenciales ha sido un proceso complicado, con estudiantes que deben ponerse al día académicamente mientras se adaptan a la nueva normalidad, lo que ha aumentado la ansiedad y el estrés.
Consecuencias del Estrés y la Ansiedad Escolar
El impacto de la ansiedad y el estrés no se limita al ámbito académico. Estos problemas también pueden afectar la salud física y emocional de los estudiantes, manifestándose en enfermedades psicosomáticas, trastornos alimenticios, depresión y, en casos graves, pensamientos suicidas. Además, el estrés crónico durante la infancia y la adolescencia puede tener consecuencias a largo plazo, como problemas de salud mental en la adultez.