Cary Sullivent no lo pensó dos veces para pelear con el tiburón que la mañana de ayer atacó a su esposa en la Isla del Padre.
El hombre, que disfrutaba de la playa con su esposa Tabatha, pudo escuchar los gritos de dolor de la mujer y no dudó en quitárselo.
De acuerdo con sus testimonios, el hombre golpeó al tiburón hasta liberar sus filosos dientes de la pierna de su esposa.
Tabatha se recupera de una grave lesión en la pierna izquierda producida por la mordida del tiburón.
Una hija de la pareja informó que la mujer es reportada en condición estable. Cary también sufrió lesiones menores.
De no haber intervenido su esposo, la historia de Tabatha sería otra.