De acuerdo con la Coordinación General de Conservación y Restauración Gerencia de Manejo del Fuego, Chiapas tiene un total de 20 incendios activos hasta el momento.
El estado de Chiapas es otra de las regiones que también está siendo “consumido” por incendios forestales, de acuerdo con la Coordinación General de Conservación y Restauración Gerencia de Manejo del Fuego, en su última tarjeta informativa (con fecha de corte de este 27 de marzo), esta entidad tiene un total de 20 incendios, a nivel nacional se posiciona en el puesto número dos, en el primer lugar el Estado de México.
Las llamas han puesto en alerta a barrios como: El Mangón, Cerro Jacobo y Fracción Los Reyes, el sufrimiento es mayúsculo, debido a que al humo aún se perciben en las montañas, por lo que en cualquier momento se puede reactivar el fuego y expandirse aún más. Además, la desesperación de los colonos crece porque no tienen agua y la que compran en pipas se comienza a escasear.
Desde el sábado pasado, una quema se extendió y arrasó con alrededor de 120 hectáreas, según datos proporcionados por Protección Civil Municipal; a su paso, dañó viviendas ubicadas en zonas como el ejido 16 de Septiembre y otras que contempla un corredor ecológico llamado Villa de Allende en esa localidad cercana a la capital chiapaneca.
Élida Montoya, quien vive en el barrio El Mangón desde hace 8 años, vio cómo el fuego avanzaba hacia su casa de lámina y cartón de forma estrepitosa. Como pudo, la mujer de 70 años de edad tomó fuerza, sujetó con una mano a su nieto y con la otra una cubeta de agua y combatió el incendio.
Debido a su edad, las prisas, el temor y el poco apoyo de las autoridades, en uno de los viajes resbaló junto a su nieto y se lastimó su rodilla izquierda, la poca agua que cargaba quedó regada en la tierra y fue consumida de inmediato debido al calor abrasador que había en ese momento.
Élida muestra su pierna lastimada con tristeza y dolor; para ella, dice, es complicado porque ya no tienen agua ni para su consumo, “pero las pipas ya nos dicen que, hasta el próximo domingo, o hasta la otra semana tendrán servicio, entonces, ¿qué hacemos si se reactiva el fuego?” dice alarmada.
El temor para ella es constante, pues el año pasado también se registró un incendio que casi alcanza su vivienda. Por fortuna, confiesa, la han librado ella, su esposo, una hija y su nieto.
Autoridades sin equipo necesario y lenta reacción
Duvalier Rodríguez, otro colono afectado y quien desde hace como dos días se sumó a las tareas de sofocación del fuego, critica que no se hayan tomado las medidas necesarias, ni por parte de las autoridades ejidales, ni del mismo Ayuntamiento.
Aunque desde el sábado comenzó el evento, el viento provocó que la situación se descontrolara. De hecho, en esa zona no tienen energía eléctrica debido a que las llamas acabaron con los cables de alta tensión y con un transformador que los abastece de ese suministro.
Año con año, dice Alejandra Galindo, se han registrado incendios en su zona, pero lamenta que los equipos de Protección Civil (PC) no tengan el suficiente material o equipo para combatir esos eventos.
En entrevista, Iván Alejandro López Aquino, director de PC de San Fernando, advierte que, desde hace dos días, comenzaron con las labores para controlar el fuego que consumió pastizales y selva baja, “pero invitar a la ciudadanía a que tenga precaución, más por esta temporada de sequía”.
En el caso del incendio que consumió cerca de 120 hectáreas, refiere que fue provocado por la mano del hombre, es decir con el intento limpieza de un terreno baldío, “pero el fuego se salió de control, no se pudo detener a nadie; por fortuna, ya lo controlamos en 80%”.
Para él, es agotador porque el terreno es quebradizo y de difícil acceso. Incluso, advierte que se pusieron en riesgo vidas humanas, y han hallado “muchos” animales muertos en el trayecto hacia donde se registró el incendio. Desde este martes que iniciaron, se sumaron 12 elementos de PC Municipal, pero para este miércoles recibieron el apoyo de PC estatal, con 10 personas, una docena más de la Conanp, y la propia ciudadanía.