El bajista y vocalista de la agrupación Blink-182 describió el miedo que sintió durante su primera fecha de cuatro en CDMX y la enfermedad que obligó a la banda a cancelar ayer un concierto
Esperar 20 años o una vida entera para ver a Blink-182 en México y llevarse la mala noticia de tener la segunda fecha cancelada por razones de salud de Mark Hoppus fue decepcionante para todos.
La promotora Ocesa aseguró que el show de ayer estaba completamente cancelado y que los reembolsos empezarían el próximo lunes en los puntos de venta donde se adquirieron.
Por supuesto, hubo un malestar general entre los seguidores que viajaron de otros estados del país u otros países del continente y lo externaron en redes sociales.
Sin embargo, todo tiene una explicación. El martes, en el primer concierto, Mark usó todo el tiempo un disparador de medicamento para poder cantar y dijo que detestaba el sabor porque le recordaba mucho a su proceso de las quimioterapias.
Hoppus es sobreviviente de cáncer linfático y se sometió a un tratamiento durante dos años desde que fue diagnosticado en 2021 y fue avisado que las células cancerígenas habían invadido cuatro partes de su cuerpo. Hasta pensó en suicidarse. El mismo año, cinco meses después, fue declarado libre de la enfermedad.
Pero quedaron secuelas.
He estado en cama tres días desde que llegamos a CDMX, sólo me paré para tocar el martes y justo ese día tenía la esperanza de que sólo fuera una alergia, así que mi esposa (Skye) y yo salimos de compras. Cuando volvimos al hotel me sentí peor. Me revisaron médicos y me diagnosticaron bronquitis severa y una infección”, explicó ante la ira de la gente.
Mark dijo que intentaron reagendar, pero fue completamente imposible.
Debido a lo grave y la periodicidad con la que asiste a chequeos para revisar que todo esté en orden y no regrese su cáncer, Mark tuvo que hablar con su médico de cabecera en Estados Unidos.
Mi garganta se siente como lava”, dijo ayer por la mañana, cuando empezó a evaluar si era prudente volver a tocar o no, “los medicamentos me ponen muy inquieto como cuando tomé fármacos para el cáncer. Mientras estuve en el escenario me sentí terrible y tuve flashbacks de la quimioterapia.
Estuve frente a más de 18 mil personas y apesté, pero di mi mejor esfuerzo, porque amo Blink y a todos ustedes”, compartió.
A lo largo del show, que tuvo la ausencia de clásicos como Dammit (del disco Dude Ranch) y la potente Anthem Part 3 (del álbum One More Time) no fueron tocadas. Sin embargo, Mark hizo el esfuerzo tremendo de interpretar I Miss You. Por algo Tom DeLonge lo llamó “superhéroe”.
En las disculpas de Mark sugirió que Tom también estuvo “sufriendo” de algún malestar y varios interpretaron que el también líder de Angels & Airwaves tuvo diarrea, pues salía mucho del escenario, permitiendo que Hoppus tocara la intro de Carousel (de Cheshire Cat), Travis Barker un solo y ambos dieran apenas una probadita de Adam’s Song.
Pero dejaré que él lo cuente”, sembró Hoppus en su cuenta de Discord, donde suele comunicarse con los fans. Antes de continuar descansando pidió que no le manden más remedios caseros vía redes sociales, porque no los usará.
Cabe recordar que cantar es casi un milagro para el también exmiembro de +44, pues la quimioterapia casi destruyó sus cuerdas vocales y comenzó a tomar rehabilitación con un coach de vocalización para retomar su carrera en Blink-182 y hacer realidad el reencuentro con Mark Hoppus.
Hasta el cierre de esta edición, los conciertos del viernes y sábado continúan en pie, mientras Mark y Travis aprovechan para continuar de compras y turistas en la capital.