- ¿Toros sí o toros no? …
Depende. El asunto es complejo y tiene muchas aristas, quizá podemos preguntarnos por qué sí o por qué no. Vivimos en tiempos de “opino luego existo”, la gente da su opinión por qué puede hacerlo, no porque le compete, porque esté informado o porque sea un experto en el tema, sencillamente porque puede. Resulta tan simple como dar un click. Con los toros pasa lo mismo, la gente opina porque puede y no porque sabe. Nos han sobrado debates y nos ha faltado diálogo.
- Recientemente la SCJN votó en favor de retirar la prohibición de celebrar corridas de toros en la Plaza México. ¿Es una victoria para la tauromaquia? …
Es una victoria para quienes somos mexicanos, para los ciudadanos que vivimos en un Estado de Derecho, ganamos taurinos y anti taurinos. El juicio sigue, lo que resolvió la SCJN fue suspender una medida cautelar que determinó un juez quién lejos de apegarse a la legalidad, a la constitution, a la definición jurídica de conceptos como “medio ambiente sano” decidió legislar y además con base a sus filias y fobias. Lo que es muy grave, porque nos coloca a todos a merced de su gusto o disgusto. O sea, esta vez fueron las corridas de toros, pero mañana podrían ser la celebración de conciertos, de obras de teatro, de cualquier actividad legal, normada y regulada.
Con esta resolución ganamos todos los que estamos a favor de un estado de Derecho. No considero que sea una victoria para la tauromaquia.
- ¿Qué hace falta para opinar sobre Tauromaquia?
Antes que otra cosa conocer del toro bravo que es el eje, algunas personas se atreven a emitir juicios y sentencias sin haber estado cerca de un toro bravo, sin conocer de su biología, su comportamiento, porque es un bovino diferente. La tauromaquia es un todo compuesto de varias partes, las corridas de toros son solo una más de sus expresiones. Tauromaquia es gastronomía, festejos populares, ganadería, léxico taurino, caben en ella géneros periodístico -como la crónica o la crítica-, un género de cine, literatura, música, escultura, pintura, sastrería, fotografía, es historia, etc. A ella pertenecen las distintas escuelas taurinas, los tratados de tauromaquia o reglas para torear y muchísimo más. Hace falta conocimiento.
- En otros países los toros no se matan durante la lidia.
Qué bueno que lo mencionas, es cierto, no mueren en el ruedo, mueren detrás en los corrales o en un matadero hasta dos días después de su lidia. O sea que no regresan al campo a pastar libremente a menos que se trate de un indulto, pero tu comentario va sobre las corridas en Portugal. Los toros son comprados por la empresas que da los festejos y se aprovecha de ellos primero su bravura y una vez terminada la lidia su carne. La carne de los toros de lidia se consume. Así que no se protege al toro, sino a los ojos de los espectadores.
- ¿Es válido matar a un animal en un espectáculo para diversión de unos cuántos?
¿Bajo que argumentos sería inválido? … Durante la celebración de una corrida de toros no se violenta ningún derecho humano y en cambio al prohibirlas se violenta el Derechos a la cultura y el derecho al libre desarrollo de la personalidad de algunos ciudadanos. La tauromaquia es actividad legal, normada y regulada. Me surge una pregunta ¿es válido legislar privilegiando la sensibilidad de unos cuántos por encima de la sensibilidad de otros? No lo sé, es difícil llegar a acuerdos basados en la sensibilidad de cada individuo,sería una tarea titánica. Por eso mejor que se legisle conforme a Derecho. Y no, no se mata al toro por diversión, el toro de lidia se mata para cumplir con su finalidad zootecnica. Como su nombre lo dice es un animal para la lidia. Dentro de los bovinos los hay destinados a la producción cárnica, a la de leche, en el caso del ganado de lidia se consumen primero su bravura y luego su carne.
- Me parece una contradicción que los taurinos digan amar al toro y luego consientan que se le someta a ese sufrimiento.
No se puede amar lo que no se conoce y la mayoría de los taurinos conoce al toro bravo aunque no todos tengan la capacidad para expresarlo con claridad.
Me parece clave que utilices la palabra sufrimiento. La bravura se determina por la rápida respuesta neuroendocrina del toro al dolor, que como casi cualquier animal de presa posee altos umbrales del dolor. Los depredadores poseemos bajos umbrales del dolor porque en cambio tenemos garras, colmillos, fuerza, mayor cantidad de zurcos en nuestro cerebro lo que denota actividad cerebral compleja. Hablo del dolor como reacción física ante un estímulo, no hablo de sufrimiento porque dolor y sufrimiento NO son sinónimos y no existe al día de hoy ninguna forma de verificar el sufrimiento de forma científico en ningún ser vivo, ni siquiera de los humanos. El dolor es una reacción y el sufrimiento una elección. Parte de la gran confusión que hoy media las relaciones entre humanos y animales parte del uso incorrecto del lenguaje, de su manipulación.
He presenciado muchas corridas de toros, he visto muchos toros en el campo, he leído investigaciones sobre su respuesta al dolor, he leído varios análisis post mortem hechos a toros y novillos después de ser lididados. Reconozco que es un animal único con una rápida y eficaz respuesta al dolor de manera que presenta signos de analgesia que bloquean el estrés y el dolor que perduran incluso después de su muerte. No se puede negar ni afirmar científicamente, clínicamente que el toro sufre o no sufre, lo que es un error grave es creer -de creencia- que de hacerlo lo haría igual que nosotros los humanos. El toro es apreciado por su bravura, misma que se mide en la suerte de varas, en las banderillas. A los perros, gatos, se les pega y se alejan, el toro recibe un puyazo y regresa a veces una o dos veces más, los poquísimos que no lo hacen, son error del ganadero. Algunos toros se duelen un poco en el primer par de banderillas pero en el tercero rara vez.
Tan se aprecia la bravura del toro que cuando hay un animal excepcional, son los aficionados los que piden su indulto.
Y a propósito del lenguaje, si alguien cree que se trata de tortura, lo invito a que busque la definición jurídica de tortura aceptada internacionalmente para que compruebe que no hay tortura en las corridas de toros.
- ¿Son posturas irreconciliables taurinos y anti taurinos?
No, son dos caras de una misma moneda, son opuestas y además complementarios. El día que desaparezcan las corridas y la tauromaquia desaparecen junto con ella los antitaurinos. La tauromaquia ha evolucionado gracias a sus detractores a lo largo de la historia. En mi familia por ejemplo, mi esposo es anti y yo taurina. Las diferencias bien llevadas suman en vez de restar. Taurinos y anti taurinos somos personas con derechos y obligaciones. Ser anti no te vuelve moralmente superior a los taurinos.
- ¿Fernanda por qué te interesó investigar del tema taurino?
Porque es un tema poco explorado y es parte de nuestra cultura, de nuestra historia, de nuestro campo. Afortunadamente tuve la apertura de mis maestros y directores de investigación para acercarme al tema tanto en la maestría como en el doctorado. A pesar de ser un tema espinoso o polémico, no hubo prejuicio para convertirlo en objeto de estudio y lo agradezco. Me interesó abonar a la objetividad en materia taurina. Y porque descubrí estudios serios, multidisciplinarios algunos en materia de zootecnia que hicieron descubrir la joya genética que es el toro, que me mostraron su biología, sus diferencias con el resto de los bovinos. Por cierto,
- ¿Que le dirías a los lectores que no son taurinos?
Que la tauromaquia no es del gusto de todos y tampoco tiene que serlo, sin embargo el que disguste a unos tampoco es motivo de peso para prohibirla.
Que se acerquen a conocer al portento de la zootecnia que es el ganado de lidia, que conozcan su hábitat, las ganaderías.
Que no den click en me gusta o no me gusta sin verificar la información.
Que ponderen entre los últimos 20 minutos de vida del toro que importan a los antis y esos 20 minutos más los cuatro o cinco años de crianza que nos importan a los taurinos.
Que si la tauromaquia fuera generadora de violencia, no habría violencia en los países que no son taurinos. (Rusia no es taurino, Ucrania tampoco, Israel y Palestina tampoco, por mencionar solo algunos)
10. ¿Y a los antitaurinos?
A mi esposo que lo quiero, que en tiempos de tanto radicalismo y lucha por “tener razón” por dejar callado al otro, valoro profundamente su respeto hacia mi afición que no comparte.
A los demás les diría que su petición de prohibir las corridas de toros para proteger al toro está incompleta cuando solo piden prohibir las corridas de toros y no presentan un proyecto -millonario- para la preservación de las ganaderías (santuarios ecológicos para flora y fauna). Sin este proyecto aprobado, ese toro que dicen proteger va a terminar en los rastros y se perderá una raza.
Les diría que el toro no elige ir a la plaza, pero tampoco eligen ser vendidos o comprados como mascotas muchos animales, les diría que me parece atrevido querer proteger a un animal que desconocen porque tampoco saben de sus requerimientos. Y les diría que la creencia de que conocen a los animales porque tienen mascotas es limitante. Hoy existen muchos animalistas de teclado y una idea muy distorsionada de la naturaleza donde los animales son “buenos” por el solo hecho de ser animales. . No son buenos ni malos, son animales y negar las diferencias entre las especies causa muchos incidentes desafortunados. Finalmente les diría que conozcan también al toro bravo para que nos ayuden a preservarlo y por supuesto, les daría las gracias por leer hasta el final, una postura diferente a la suya.
Fernanda Haro Cabrero es Doctorat en Estudios Novohispanos por la Universidad Autónoma de Zacatecas, es integrante del Consejo Editorial de Almuzara, México. Su línea de investigación es la pugna entre detractores y apologistas desde el siglo XVIII hasta hoy.
Participa y produce junto a Ángeles Díaz Redes culturales taurinas, un espacio donde se muestra la tauromaquia desde la ciencia,la razón y la evidencia.