La volatilidad del peso mexicano este mes influyó en la decisión del Banco de México (Banxico) de mantener estable su tasa de referencia el jueves, reconoció la Gobernadora del banco central, Victoria Rodríguez, pero afirmó que los avances en los esfuerzos por combatir la inflación han creado espacio para hacer recortes en el futuro.
«Diría que continuamos en una fase en la que los avances en el proceso desinflacionario y el grado de restricción de la política monetaria que tenemos nos permiten discutir recortes a la tasa de referencia«, dijo Rodríguez en entrevista con Bloomberg tras la decisión del jueves.
«De cara al futuro, lo que estamos viendo es que tendremos espacio para reducir el grado de restricción. Reducir la tasa no significa que dejaremos de ser restrictivos», añadió.
Dados sus posibles efectos sobre la inflación, la depreciación del peso también podría influir en la forma en la que Banxico sopese los futuros recortes.
La Gobernadora se negó a decir si Banxico consideraría realizar recortes ya en agosto.
«La volatilidad del tipo de cambio se ha reducido y ahora está volviendo a los niveles observados antes del episodio de turbulencia financiera reciente«, destacó Rodríguez.
La Junta de Gobierno del banco central planteó en su comunicado de política monetaria del jueves que si bien la depreciación del peso puede contribuir a la inflación, se ve compensada en parte por una economía más débil.
El peso se desplomó a principios de junio después de que Claudia Sheinbaum ganara las elecciones presidenciales, un factor en la decisión del Banco de México de mantener su tasa de interés clave en 11.00 por ciento.
La volatilidad del tipo de cambio tras las elecciones del 2 de junio ha llevado al peso a perder más de 7 por ciento de su valor este mes.
Victoria Rodríguez mencionó que, para su decisión, Banxico también tomó en cuenta la reciente aceleración de la inflación general y el ajuste moderado a los pronósticos de aumentos de precios.
Banxico realizó un primer recorte a su tasa en marzo y luego decidió mantenerla en mayo y ahora en junio. La decisión era ampliamente esperada después de la volatilidad que siguió a las elecciones, ya que los inversionistas están inquietos porque la mayoría de la coalición de Morena en el Congreso le permitiría cambiar la Constitución.
Entre otros factores que consideró Banxico se incluyó que la debilidad de la economía mexicana vista a fines de 2023 resultó ser «más profunda y prolongada» de lo que las y los integrantes de la Junta habían anticipado, aceptó la Gobernadora.
Banxico esperó más que otros grandes bancos centrales latinoamericanos para comenzar a flexibilizar su política monetaria. En el comunicado que acompañó la decisión del jueves, el banco central manifestó que estaba abierto a discutir más recortes de tasas de interés si el panorama inflacionario lo permitía.
Banxico ahora proyecta que el País alcanzará su objetivo de inflación de 3 por ciento hasta finales de 2025.