Cada día nos encontramos con situaciones inesperadas en los embarazos, donde ocurren eventos que afectan a 1 de cada 20,000 nacimientos. Esta vez, en Texas, una bebé sobrevive a un tumor de 2 kilos en el coxis por lo que su historia se ha hecho viral.
En una conmovedora historia de esperanza y amor, Kristin Tyler, de 23 años, comparte la experiencia que vivió junto a su familia tras el nacimiento de su hija Adalida Tyler. «La llamamos nuestra bebé milagrosa», afirma, destacando el apoyo y la gratitud que han recibido de quienes les rodean.
Bebé nace con un tumor de 2 kilos en el coxis
De acuerdo con la revista People, Kristin y Jacob Tyler, una pareja de Alexandria, Luisiana, estaban emocionados al enterarse de que estaban esperando a su segundo hijo en septiembre de 2023. Ya tenían un hijo de un año y deseaban expandir su familia. Sin embargo, su alegría se tornó en preocupación durante la ecografía de las 20 semanas, cuando los médicos mencionaron la posibilidad de que el bebé tuviera espina bífida. Kristin recuerda: “Ni siquiera sabía lo que era. Así que me puse nerviosa”.
Foto: Texas Children’s Hospital
Al día siguiente, un especialista confirmó que su hija no tenía espina bífida, sino un teratoma sacrococcígeo, un tumor fetal raro que se desarrolla a partir del coxis del bebé. Este tipo de tumor se presenta en aproximadamente uno de cada 20,000 nacimientos. La pareja fue referida al Pabellón de Mujeres del Texas Children’s en Houston, donde un equipo médico especializado comenzó a monitorear la condición de su bebé.
Viaje a Houston y el diagnóstico
La familia Tyler viajó 245 millas hasta Houston para reunirse con el Dr. Ahmed Nassr, un experto en medicina materno-fetal y cirugía fetal. Durante la consulta, Nassr explicó que el tumor era “muy raro” y brindó información valiosa sobre la afección, la cual es más común en niñas y generalmente se considera benigna. Sin embargo, los médicos a menudo no pueden determinar su causa. “Es simplemente mala suerte”, dice Nassr.
Los teratomas pueden crecer considerablemente y desarrollar grandes vasos sanguíneos, lo que puede comprometer el suministro de sangre al bebé. “El corazón del bebé necesita trabajar muy duro”, señaló el Dr. Nassr, advirtiendo que esto podría resultar en insuficiencia cardíaca.
Foto: Texas Children’s Hospital
Con el objetivo de brindar el mejor cuidado posible, en marzo, Kristin se trasladó temporalmente a Houston junto a su hijo William y su madre, mientras Jacob, quien es mecánico, se quedó en Luisiana para trabajar. Kristin confiesa: “Tenía mucho miedo. Después de tantas visitas al médico y de verlo en la ecografía, me asusté”. La madre confesó a la revista People sentirse aislada, ya que no conocía a nadie que hubiera enfrentado un diagnóstico similar. “Sentía que estábamos en la oscuridad”, agrega.
El nacimiento de Adalida
El 21 de mayo, a las 34 semanas de gestación, Kristin dio a luz por cesárea. Su hija, Adalida Tyler, nació con un tumor de 16 centímetros y casi 2 kilos (4 libras) lo que representaba casi dos tercios de su peso corporal. En total, el peso de la pequeña y el tumor alcanzaba más de 10 libras, es decir, 4.5 kilos.
Nassr describe el tamaño del tumor como “un poco más pequeño que una sandía, pero más grande que un melón”, y explica que la magnitud del tumor era motivo de gran preocupación. “Tuvimos que tener mucho cuidado durante el parto”, dice el médico, justificando la elección de una cesárea para evitar cualquier ruptura del tumor, lo que podría causar graves complicaciones para el bebé.
Foto: Texas Children’s Hospital
Kristin solo pudo ver a Adalida por un breve instante a través de una cámara de televisión en la sala de partos antes de que la bebé fuera llevada a la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN). “Pude verla durante una fracción de segundo”, recuerda. En ese momento, los médicos ya estaban discutiendo la operación que Adalida necesitaría, lo que llevó a Kristin a llorar y sentirse abrumada. Junto a su esposo, rezaron: “Dios, por favor, que supere esto”.
Un desenlace esperanzador
A los dos días, un equipo de cirugía pediátrica logró extirpar con éxito el tumor de Adalida. La pequeña fue dada de alta y regresó a casa el 29 de junio. Hoy, la bebé se encuentra bien. “Es una bebé buena y feliz”, comparte Kristin. “Está sana. Está bien. Está curada”.
Adalida ha alcanzado todos sus hitos de desarrollo, y su madre expresa su agradecimiento: “La llamamos nuestra bebé milagrosa. La llamamos bebé ángel. Había tanta gente que la amaba. Estoy muy agradecida”.
Foto: Texas Children’s Hospital
Cuando Adalida tenga entre dos y tres años, la familia regresará al Texas Children’s para una cirugía estética, ya que, tras la extirpación del tumor, le quedó una superficie plana en la parte inferior de la columna. Kristin explica: “Me dijeron que ya se habían ocupado de todo lo médico, que era solo una cuestión estética”.
La fe ha sido fundamental para la familia a lo largo de este difícil viaje, junto con el apoyo incondicional de amigos y familiares. Kristin resalta: “Estoy muy agradecida de haber tenido el apoyo que tuvimos. Hubo recaudaciones de fondos realizadas por personas que ni siquiera conocíamos”. Y concluye:“Me abrió los ojos ver cuánto amor y gratitud da la gente y cuánto apoyo te da cuando estás pasando por algo difícil”.