¿Te imaginas a una familia de 10 integrantes viviendo y conviviendo en una casa de apenas dos habitaciones?.. Lamentablemente esta es una realidad presente en San Luis Potosí.
La falta de vivienda económica que permita beneficiar a las y los trabajadores que menos perciben en el estado, ha dado como resultado una serie de problemas sociales.
“Es que no es tanto el número de personas, es el espacio en el que conviven, si bien les va son apenas 90 metros cuadrados, que desatan estrés,ansiedad, depresión y con ellos problemas de conducta graves que dañan los lazos familiares a veces de forma irreparable” explicó Diana Salinas, licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Detalló que el hacinamiento trae consigo también una baja en el rendimiento laboral además de un gasto inesperado para atender cuestiones de salud que derivan de esta condición, y por ende genera a la par un descalabro económico para las familias.
¿Qué provoca un estado de hacinamiento?
Estrés: La alta densidad social puede limitar la libertad de conducta de las personas, lo que puede provocar estrés. El estrés puede variar dependiendo de la importancia que la persona le atribuya al objetivo que tiene en mente.
Depresión: El hacinamiento puede aumentar la depresión.
Autoestima: La mala calidad de la vivienda puede disminuir la autoestima.
Violencia doméstica: Las malas condiciones de la vivienda pueden aumentar la probabilidad de violencia doméstica.
Estrés postraumático: Las malas condiciones de la vivienda pueden aumentar la probabilidad de sufrir estrés postraumático
Y es que desafortunadamente en San Luis Potosí se ha privilegiado por demás la construcción de tipo residencial dejando de lado la de interés social que es la que se reclama.
Según Ignacio Gómez Martínez, gerente de la Cámara Nacional para el Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi), el hacinamiento es el problema más grave que arrastra o trae consigo la escasez de vivienda económica.
Detalló que los incrementos excesivos en los insumos de la construcción como el acero, la malla y la varilla, así como el cemento, el asfalto, energéticos, y las tasas de interés, elevaron el costo de la vivienda en un 10 por ciento en este 2024, lo cual pone en desventaja a las y los trabajadores de menos ingresos.
Explicó que actualmente el promedio de matrimonios en el estado ronda entre los 10 mil y 11 mil.
“Estas parejas son las que aproximadamente buscarán una casa, pero calculamos que cuando mucho, pudiéramos llegar a 5 mil, 6 mil viviendas en el estado».
Ello significa que alrededor de 4 mil o 5 mil nuevas familias, irán a vivir hacinadas con los padres, los abuelos o alguien más; por ello destacó que «realmente el problema no es el déficit (de vivienda) sino el hacinamiento que se vive».
Lamentó que en ocasiones hasta 17 personas tengan que ir a vivir a una casa de dos recámaras, pues ello genera graves problemas como incestos, divorcios, y violencia de diferente índole.
¿Qué dicen las cifras?
El hacinamiento se produce cuando el número de personas en una vivienda supera la capacidad del espacio disponible. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) considera que hay hacinamiento cuando el promedio de personas por cuarto es mayor a 2.5. Por su parte, el Celade considera que hay hacinamiento cuando hay más de 2.5 personas por dormitorio, y hacinamiento crítico cuando hay más de 5 personas.
El hacinamiento puede tener efectos negativos en la salud física y mental.
En 2020, San Luis Potosí tenía 774,658 viviendas particulares habitadas, ubicándose en el lugar 19 a nivel nacional por este indicado
Lo que la ley mandata ..
La Constitución Política, establece en su artículo 4to, “que toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa”, pero sin lugar a dudas este dicho en letra muerta en nuestro país y en el estado.
Realidad que duele..
Para la Organización de las Naciones Unidas (ONU), “La vivienda constituye la base de la estabilidad y la seguridad de los individuos y las familias. Es el centro de nuestra vida social, emocional y a veces económica y debería ser un santuario donde vivir en paz, con seguridad y dignidad”, una utopía sin duda aplastada por lo que detalla el Consejo Nacional de Evaluacion de la Politica de Desarrollo Social (Coneval) al afirmar que 462 mil 849 potosinos (el 16,4%) carecen de vivienda de calidad”
Lo que se espera…
En San Luis Potosí el nivel de hacinamiento es de 2.5 personas por habitación según datos del Consejo Nacional de Población; sin embargo la realidad que impera en colonias populares rebasa por mucho este promedio.
Ninguna familia merece vivir en esas condiciones y el gobierno está obligado a desarrollar políticas acertadas y generar soluciones a la demanda de vivienda económica sin sacrificar el tema de la calidad y el espacio.
Si todos los gobiernos se dieran cuenta de que gran parte de los problemas de inseguridad se gestan dentro de los espacios más pobres y olvidados, cambiaría su perspectiva.