Casi tres horas después de haberse formado en la fila de la casilla 4922, Xóchitl Gálvez por fin pudo votar y a la salida llamó a seguir sufragando en todo el País a pesar de la violencia.
«Salgan, salgan sin miedo. Las cosas, ya sabemos que en algunas partes de Chiapas no se van a instalar casillas. Lo lamento muchísimo. Sí ha sido la elección más violenta en la historia de nuestro País, pero también hay la enorme oportunidad de que la democracia se mantenga viva», dijo en rueda de prensa la candidata ya con el pulgar derecho marcado de tinta indeleble.
«Hay una gran participación. Me cuentan que en Nuevo León las casillas están llenas, que en Jalisco están llenas las casillas, en el norte, en Puebla, en Tijuana. Va a ser un gran día de fiesta», agregó en un templete instalado en la calle bajo una carpa.
La candidata presidencial del PAN, PRI y PRD llegó a la escuela primaria «El Chamizal», en la Colonia Reforma Social, y salió acompañada de sus hijos, Diana y Juan Pablo.
A pesar de todo el tiempo de espera, pues había una gran fila y el avance era muy lento, Gálvez se dijo optimista por la gran afluencia en las casillas.
«Tengo la impresión que esta noche los resultados se van a dar un poco tarde porque la gente va a seguir contando votos. Ya mi casilla estaba repleta, o sea, ya prácticamente se había llenado. Y eso es lo que queremos: ver casillas llenas con la decisión de los mexicanos y de las mexicanas. Estoy muy contenta porque yo estoy convencida que va a haber una enorme participación», expresó.
«Yo ya hice mi trabajo. Dejé el alma en esta campaña, no paré una sola día, o sea, con Sol, con 48 grados. Como fuese, estuve siempre en todas mis actividades durante la campaña. Entonces, que los ciudadanos hagan su trabajo».
Alegre, a pesar de que a su llegada a la fila recibió insultos que luego fueron opacados por el coro a su favor de «¡Presidenta!», la senadora se fue a desayunar al Hotel Cardenal de Palmas. Confío en su triunfo para fortalecer al INE y también que quiso hacer fila a pesar de que le ofrecieron pasar rápido por la de adultos mayores por sus 61 años.
«Imagínate el paquete que me estoy echando y aguanté una campaña, pero veo a Biden, también tiene más años y está compitiendo en Estados Unidos, el mismo Trump… Entonces, no, a los 60 años se es joven, todavía. Preferí esperar y hacer la fila. Creo que si alguien pretende gobernar tiene que respetar las reglas, siempre», agregó.
Previo a votar, Xóchitl Gálvez declaró que la elección fue inequitativa y que el Presidente Andrés Manuel López Obrador se metió con todo en la campaña.
«Ya fue una contienda inequitativa, ya el Presidente se metió todo lo que quiso, apoyó a su candidata todo lo que quiso, pero a pesar de eso los mexicanos van a tomar la decisión el día de hoy», expresó.
La candidata opositora dijo que la de hoy será una jornada reñida y que no es un «día de campo para los que creían que esto era un trámite».
«Lista para elegir a la primer mujer presidenta, hoy los mexicanos eligen que futuro quieren. Mi más sincero reconocimiento a los ciudadanos por el esfuerzo que van a hacer, lo hacen de manera voluntaria a los que van a cuidar el voto de los partidos, también mi respeto y reconocimiento y que aguanten.
«Va a ser una jornada dura, difícil, reñida, no es un día de campo para los que creían que esto era un trámite, hay una gran participación. Y yo lo dije que si la gente participa, México gana», expresó Gálvez tras salir de su casa acompañada de su familia y del candidato a reelegirse en la Alcaldía Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe.
La abanderada de la coalición Fuerza y Corazón por México, impulsada por el PAN, PRI y PRD, se presentó en el plantel escolar acompañada de su hija Diana. Su esposo, Rubén Sánchez, votará en una urna de Peralvillo.
Ataviada con un huipil rosa, la candidata opositora reveló además que entró en contacto con la viuda del candidato que a mediados de la semana fue victimado en Coyuca de Benítez, Guerrero.
Fuentes de su equipo de campaña explicaron que después de desayunar se trasladará a un hotel de Polanco para monitorear el curso que tome la elección.
Gálvez estará acompañada por los estrategas de su cuarto de guerra: el jefe de la campaña, Santiago Creel; los operadores electorales Armando Tejeda y Ángel Ávila. Los dirigentes partidistas podrían encontrarse con ella después de las 18:00 horas.
El jueves pasado, por la noche, la abanderada opositora oró en la Basílica de Guadalupe.
«Como creyente, vine a agradecerle a Dios y a pedirle que bendiga hoy y siempre a nuestro México», contó en su cuenta de X. El viernes por la mañana rezó de nueva cuenta en un monasterio.