- El Dr. Mier Odriozola habla sobre los riesgos de la adicción a la nicotina
El Dr. José Manuel Mier Odriozola, director de la Clínica de Cáncer de Pulmón y Tumores de Tórax, expresa su creciente preocupación sobre el auge del uso de cigarrillos electrónicos o vapeadores en México, especialmente ante la falta de regulación de estos productos.
En entrevista para Ingrata Noticia, el especialista alerta sobre los riesgos del uso prolongado de estos dispositivos, que ya cuentan con una base de tres millones de usuarios diarios y más de diez millones de usuarios ocasionales en el país.
¿Qué está pasando con el uso de cigarrillos electrónicos o vapeadores?
Estamos muy preocupados porque la ilegalización de los vaporizadores pone a tres millones de consumidores en una situación muy delicada. Actualmente, hay tres millones de usuarios diarios y más de diez millones de usuarios ocasionales que utilizan estos dispositivos, y hoy están siendo orillados a comprar productos que no han pasado por filtros sanitarios, que no tienen una regulación, y que, por lo tanto, no son seguros para el consumo humano.
Cabe destacar que los vaporizadores, cuando están regulados, bien vigilados y han pasado por un filtro sanitario pertinente —además de contar con una autoridad que haga cumplir dicha regulación— se han convertido en una de las herramientas más eficaces para dejar de fumar. Por ejemplo, el estudio Cochrane de febrero de 2017 colocó al cigarrillo electrónico como el mejor método para dejar de fumar, siempre y cuando se utilice en un contexto de regulación adecuada.
Eso no ha ocurrido en México, ni en la mayoría de los países de América Latina, y eso es precisamente lo que nos preocupa. ¿Por qué? Porque al no haber regulación, estos productos no son seguros; además, se venden libremente a menores de edad, lo que podría derivar en que tengamos una generación de adolescentes consumiendo nicotina sin control, y en cantidades desconocidas. Sí, podríamos estar creando una nueva generación adicta a la nicotina que podríamos haber evitado.
Además, al tratarse de productos de dudosa procedencia, no sabemos cómo fueron preparados ni qué enfermedades podrían causar a corto, mediano o largo plazo.
¿Cuáles son las consecuencias del uso prolongado de cigarrillos electrónicos o vapeadores?
En los países donde están regulados, su uso ha funcionado muy bien. De hecho, Suecia, por ejemplo, presentó el año pasado sus resultados en términos de salud pública: han reducido el porcentaje de fumadores adultos del 27 % al 5 %, y probablemente en 2030 será el primer país del mundo libre de fumadores. Han logrado disminuir significativamente la incidencia de cáncer de pulmón y de EPOC, y actualmente tienen las tasas más bajas de toda Europa. Esto ha sido posible gracias a los dispositivos electrónicos y otros productos con nicotina que no causan tantas enfermedades, pero todo esto se ha dado en un contexto regulatorio.
¿Qué va a pasar en México y en la región? No lo sé, porque, insisto, no están regulados. No sabemos qué está consumiendo la gente y, para poder prever qué enfermedades pueden desarrollarse, necesitamos una primera generación de personas que hayan usado estos dispositivos durante un tiempo prolongado: cinco, diez, doce o quince años.
Actualmente, las personas que presentan algunas enfermedades no nos permiten distinguir con claridad si estas se deben a los dos o tres años de uso de cigarrillos electrónicos o a los veinte años que llevan fumando tabaco tradicional. Por el momento, no tenemos una primera generación de vapeadores «puros», por decirlo de alguna forma. Casi todas las personas que actualmente consumen vaporizadores son o fueron fumadores de tabaco convencional.
En un inicio se hablaba de que estos vapeadores eran para dejar de fumar, es decir, comenzaron a comprarse con este pretexto. Sin embargo, vemos hoy en día que incluso muchos jóvenes están iniciando con los vapeadores. ¿Cuáles son los riesgos?
Es exactamente lo que nos preocupa, porque —como bien acabas de decir— el cigarrillo electrónico nace con el noble propósito de ser una herramienta para ayudar a los fumadores adultos que no quieren o no pueden dejar de fumar.
Al no haber una regulación, ni una autoridad que haga cumplir esa regulación, caemos en un pozo sin ley, y ese pozo sin ley nos está trayendo niños que están empezando a vapear a los 9, 10, 11 años.
Entonces, claro que eso es preocupante, y claro que eso nos lleva a imaginar escenarios dramáticos en el futuro. Por eso insisto: lo que deberíamos promover y enseñar a la gente es, primero, que los vaporizadores no son para menores de edad; segundo, que tienen indicaciones específicas y que están pensados para adultos que no quieren o no pueden dejar de fumar.
Ojalá las autoridades sanitarias entendieran esto, que simplemente copiaran a los países de primer orden en términos de salud pública, donde ya se hace de esta manera, y que en México también pudiéramos tener un mercado abierto y regularizado.
¿Cómo estamos en México en relación al cáncer de pulmón?
Es mi área de trabajo. Yo llevo 25 años operando cáncer de pulmón y, bueno, el cáncer de pulmón se ha convertido en la causa número uno de muerte por cáncer en todo el mundo.
El 18.5% de todos los pacientes que mueren de cáncer en la Tierra fallecen por cáncer de pulmón. Sabemos muy bien que el 85% de los pacientes con cáncer de pulmón son o fueron fumadores. Entonces, por supuesto, el factor de riesgo número uno es el tabaquismo.
Pero en México hay otros factores de riesgo. Por ejemplo, las emisiones volcánicas contienen elementos como el asbesto y el titanio, que producen cáncer. También la contaminación ambiental, los productos de la quema de combustibles tienen muchísimos factores que pueden contribuir al desarrollo de cáncer de pulmón.
Además, tenemos el factor hereditario y, en México, el consumo de humo de leña. Aún en muchas casas y comunidades rurales, la gente cocina con leña dentro de las viviendas. Todos estos factores de riesgo son muy importantes. También recordemos que México es un país volcánico, lo que significa que hay mucho radón en el subsuelo. El radón es un producto de la descomposición del uranio que puede contaminar los acuíferos y contribuir, igualmente, como otro factor de riesgo para desarrollar cáncer de pulmón.
Como puedes ver, hay muchísimos factores de riesgo en México para desarrollar esta enfermedad. La incidencia está en aumento; aproximadamente 9,000 pacientes nuevos se detectan al año, de los cuales más de 8,000 morirán, porque se detectan en etapas tardías, en etapas tres o cuatro.
Siempre que hablo de cáncer, me gusta terminar diciendo que la buena noticia es que el cáncer de pulmón es curable, siempre y cuando se diagnostique a tiempo. Cuando lo diagnosticamos en etapa uno y se opera, como hacemos nosotros con cirugía robótica y de mínima invasión, el porcentaje de curación está por encima del 90%.
Así que, invito mucho a la gente que es fumadora a que se realicen su chequeo anual con una tomografía de tórax para poder detectar el cáncer en etapa temprana.